Peores practicas en uso de TICs en la educacion

Esta es una traducción de un blog, con algunos comentarios míos agregados

En los negocios y en los círculos de desarrollo internacional, mucho se hace sobre el potencial de “aprender de las mejores practicas”. Consideraciones en el uso de tecnologías educativas no ofrecen excepciones a este impulso. Habiendo dicho eso, “mejores practicas” en el sector de la educación es una concepto bastante elusivo (algún observador diría que es peligroso). El termino “buena practica” puede ser mas útil, pues en muchos (si no todos) los casos y lugares, aprender de la adopción de “buenas practicas” es mucho mas practico — y es mas propenso al éxito. Dado que muchas iniciativas parecen inmunes a aprender de las “mejores” o incluso de las “buenas” practicas en otros lugares o contextos, puede ser mas practico recomendar “muchas practicas”, como parece que hay una curva de aprendizaje que acompaña las implementaciones a gran escala de TICs en el sector educativo en muchos países — incluso si esto significa “repetir los errores” de otros.

En realidad necesitamos repetir los errores de otros? Si adoptando ‘buenas practicas’ ya nos llena de dificultades, y ‘buenas practicas’ son notablemente ignoradas, quizás es mas útil si miramos a las ‘peores practicas’.

Las buenas noticias son que, en el área de uso de TIC en la educación, hay un gran consenso de lo que esto es!

Acá hay una lista de las que me parecieron las mas prominentes ‘peores practicas’ relacionadas al uso a gran escala de TIC en la educación en los países en desarrollo, basados en primer lugar en la observación desde hace una década aproximadamente.

He omitido nombres (por favor siéntase libre de llenarlos Ud.). El criterio que se usó para la selección fue simple: Dada que las peores practicas son fácilmente observables en múltiples iniciativas de gran escala, con (uno teme) una alta posibilidad de re-ocurrencia, en el mismo y otros lugares. En ningún orden en particular:

1. Tira el hardware en las escuelas, y espera que la magia suceda
Esto es, en muchos casos, el clásico ejemplo de peor practica en TIC en la educación. Desafortunadamente, no hay signos de estar desapareciendo pronto, y es el precursor de muchas otras formas de peores practicas de esta lista. “Si se las damos, ellos aprenderán”: Quizás en algunos casos esto es verdad, para una minoría de estudiantes y profesores excepcionales, pero este acercamiento simplista es la raíz de muchos fracasos de iniciativas en tecnología educativa.

En especial por estar enfocados en que la tecnología es la solución, pero todos sabemos que la tecnología es solo la herramienta, como lo fue en algún momento el cuaderno y el lápiz, y los libros, aceptemos que es una herramienta mucho mas versátil que los anteriores, pero no garantiza los procesos de enseñanza-aprendizaje sean exitosos.

2. Diseña para ambientes de aprendizaje OECD, implementa en otro lugar
Con la mejor de las intenciones, y a veces ‘asistidos’ por vendedores, muchos grupos (incluyendo muchos gobiernos) han buscado simplemente transferir modelos de TIC y practicas de clase en países industrializados a sistemas educacionales menos desarrollados del mundo. A veces esto funciona, pero desafortunadamente muchos lugares implementan programas y productos que tienen en su núcleo un conjunto de afirmaciones (electricidad y conectividad, profesores entrenados, suficiente tiempo en la tarea, estudiantes con altos conocimientos, espacio para pedagogías orientadas al estudiante, contenido relevante, una variedad normas culturales, etc.) que no corresponden a las realidades locales. El resultado es (y no sorprende) no muy bueno.

3. Piensa en contenido educativo solo después de haber enviado el hardware.
Desplegar mucha infraestructura de computadora en las escuelas es caro(y complicado). Tan caro, de hecho, que muchas inversiones complementarias (en entrenamiento, soporte técnico, contenido, etc) son ‘pospuestos’ para una fecha mas adelante. A veces esto es una maniobra/riesgo calculado — el pensar que una vez que el hardware esta en los locales, la necesidad de contenido sera mas clara (y sera mas fácil apoyar la búsqueda de fondos relacionados en ese momento) — y en otros momentos es simplemente la falta de planeamiento. Pero el hecho es que, en muchos lugares, solo cuando las computadoras están en las localidades y cierto nivel básico de alfabetismo TIC es apreciable en los profesores y alumnos sale la pregunta básica de: que haremos con estas cosas ahora?

Esta práctica es en especial relevante, porque muchas veces el contenido desarrollado no puede ser enviado “fácilmente” a estas localidades. El internet cambia esta realidad, pero y si no hay internet?.

4. Asumir que uno puede importar contenido de otros lugares
Algunos lugares reconocen la necesidad de calidad en contenido educativo, pero asumen que pueden simplemente importarlo de otros lugares.
Algunos lugares reconocen la necesidad de calidad en el contenido educativo desde el inicio, pero asumen que pueden simplemente importarlo desde algún otro lugar. Además de los probables temas culturales, la integración acertada de contenido desarrollado en otro lugar en los procesos de enseñanza-aprendizaje del día a día es inhibido por la falta de entendimiento por lo profesores de la relevancia de tales materiales en el currículum requerido. Mucho del esfuerzo esta dado en mapear este contenido a objetivos explícitos y actividades en currículum local. (Y también: Entrenamiento docente ayuda!)

5. No observar, no evaluar
Esto debería de ser evidente. Habiendo dicho eso, hay unos pocos estudios de evaluación hechos en iniciativas educativas-tecnológicas en los países en desarrollo que sean rigurosas y realmente creíbles. La mayoría de los trabajos de evaluación se enfoca en (percibe que) cambios en la actitud como resultado del uso de tecnologías educativas, y el éxito (o fracaso) en llegar a variables cuantificables simples (cuantas computadoras instaladas, cuantos profesores entrenados, etc.). Esta información es importante, claro, pero no es suficiente. Cuál es el impacto del uso de TICs en la educación? Si no evaluamos las respuestas potenciales a esta pregunta, rigurosa y creíblemente, todo lo que nos queda es bien-intencionadas adivinanzas y frases de marketing.

6. Hacer apuestas grandes en tecnología no probada (y especialmente la basada en estándares cerrados/propietarios) o en un solo proveedor, no planear para evitar ataduras
Aceptemos que la velocidad de los cambios tecnológicos casi siempre supera la habilidad de los planeadores educacionales de alcanzarlo. En respuesta, algunos responsables de las políticas buscan “adelantarse” haciendo grandes apuestas en nuevas, y mayormente no probada, tecnologías en un esfuerzo por dar un salto a lo que están pasando otros sistemas educativos. En otros casos, los sistemas educativos eficientemente tercerizan la capacidad de manejar las actividades en un área a un proveedor o tercerizado. Hay algunas razones validas para buscar estos vías de acción en algunos casos, pero son inherentemente riesgosas, especialmente si no se hacen planes de como “salirse” de estas decisiones y relaciones.

Yo soy particularmente quisquilloso con este tema, por mi afinidad con el software libre y el compartir conocimiento. Pero mas allá de eso, esta estrechamente ligado con la flexibilidad que se le pueda dar a las iniciativas al largo plazo, y transversalmente entre las comunidades educativas para el intercambio de conocimiento. “No puedo contarte como lo hacemos, porque no soy yo el que entiende de eso, es mi proveedor”.

7. No pensar en (o concebir) temas o cálculos de costo total de propiedad/operación(CTO).
Cuanto cuesta usar TICs en la educación? Algunas personas te harían creer que es solo el costo inicial del hardware. Empresas saben hace mucho tiempo que este no es el caso, pero muchos responsables de política educativa parecen no haber entendido (o ignoran adrede) este tema fundamental.
Sabemos que el “costo total de operación” (CTO) es subestimado, algunas veces de forma grosera, en los cálculos de costos de TICs en iniciativas de países en desarrollo. Costos iniciales estimados en la compra de equipos con respecto a los costos totales en el tiempo varía ampliamente, típicamente van por el 10-25% del costo total. Habiendo dicho eso, hay un montón de datos relevantes, y herramientas útiles, para ayudar a guiar en la toma de decisiones en la educación en sus cálculos de los verdaderos costos en las iniciativas tecnológicas en la educación.

8. No asumir problemas de equidad
Un justificación atractiva para inversiones en el uso a gran escala de TICs en la educación es que puede ayudar en temas de equidad relacionados con la “brecha digital”. Habiendo dicho eso, la introducción de TICs en las escuelas pueden acentuar varias brechas menos visibles en los sistemas educativos (urbano-rural, rico-pobre, niños-niñas, brechas culturales y lingüísticas, estudiantes con necesidades especiales – la lista es larga). Hay mucho que se puede hacer para mitigar estos obstáculos, y son posibles muchas formas pro-equidad de aprovechar las TICS, pero no suceden sin atención pro activa cuidadosa sobre esta área.

9. No capacitar a los docentes (ni a los directores)
Si hay una lección clara de la introducción de tecnologías educativas en las escuelas alrededor del mundo, es que la capacitación docente es crítica para el éxito de las mismas. El acercamiento a los docentes, con soporte de ambas formas pedagógica y técnica y el desarrollo profesional continuo, debería ser visto como un pilar de todos los programas a gran escala de TICs en las escuelas. Y: un acercamiento a los directores es muchas veces crucial si se busca que los profesores tengan la libertad necesaria para tomar ventaja de las nuevas oportunidades ofrecidas en el uso de TICs.

Esto parece estar siendo tomado mas en consideración en los últimos años, ya que se ha visto el rol fundamental que tiene el docente como guía en el aula, y más aun cuando en muchos ambientes, depende exclusivamente del docente la aplicación o no de las TICs en el aula.

10. ___
(Pensé que era bueno dejar el # 10 en blanco como un reconocimiento de que hay muchas otras malas practicas que merecen mención, pero se me acabó el espacio. Siéntase libre de enviar sus candidatos más abajo.)
Para aquellos que trabajan en tecnología educativa, ninguna de estas malas practicas es nueva. Para muchos otros nuevos en el tema, las lista le parecerá tan obvias que no merecen mención. Incluso si en realidad son “obvias”, eso lamentablemente no les ha impedido que se produzcan ( y que sean recurrentes) con una regularidad atemorizante.